Hay momentos en la vida en que sientes que te tiran un balde de agua fría cuando menos te lo esperas. Hasta hace muy poco sólo había experimentado esa sensación 3 veces en mi vida para ser exacta. El balde número 4 me mojó hace pocas semanas. Son esos momentos en los que descubres que pensabas que conocías a alguien o algo al 100% y descubres que no conoces nada.
Esa sensación de angustia sube rápidamente desde tus oídos con la noticia, pasa a tu cerebro, corre por tu venas aumentando el color y calor de tu cuerpo y finalmente baja a tu corazón para instalarse por unos días helándote todo hasta que "asimilas" (nunca en la totalidad) la noticia. Y ahí es cuando empiezas a tratar de atar cabos, revolver en tu memoria escenas que busquen dar explicación a lo que consideras inexplicable.
Empiezan las suposiciones y descubres que sentimientos que pensabas que quizá algún día podían florecer están cortados de raíz. Y es ahí donde piensas: ahora cómo será? Nada será igual, porque ese "igual" fue falso. Ahora será "verdad"y la verdad no es la misma a la que creías ser. Y derepente no te gusta mucha esa verdad porque no es con la que tanto la pasabas bien, con la que tanto compartías, con la que tanto eras cómplice. Y sabes que el "igual" nunca superará "la verdad" en tu corazón. Y así es la vida, llena de "espejismos", de relaciones, recuerdos y situaciones que pensamos que eran y que son y normalmente ni son ni serán.
Triste y nostálgica decides tratar de bloquear todo lo que sientes, armar un escudo y fingir que no te afecta nada y que la vida sigue adelante. Pero ya tienes un hueco insaciable en tu corazón. Una complicidad irrecuperable porque fue perdida hace tiempo y no te diste cuenta: tampoco hay marcha atrás. Te encuentras con las personas." Qué piensas?", preguntan. "Todo está perfecto, lo comprendo todo", respondes. Porque realmente la vida sigue adelante y a nadie debe importarle más que su propia vida. Y los años pasan, y la vida pasa y pasa, las amistades cambian, las personas cambian, tu cambias. Pero siempre miras atrás de vez en cuando, como hoy lo hago yo, y recuerdas el pasado, los momentos felices y es ahí cuando la nostalgia te invade de nuevo y te preguntas:"¿por qué todo tuvo que cambiar si la pasábamos tan bien?"Se que hace mucho todo dejó de ser igual, porque la vida separa a las personas cuando cada uno empieza a abrir su camino. Pero a pesar de todo siempre el hueco está ahí, con la forma exacta para que vuelva a ser todo como antes. Te extraño cómplice.
martes, 27 de noviembre de 2012
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